Todo emprendimiento que crece necesita de un local u oficina, pero para no cometer errores y optimizar el espacio hace falta asesoría profesional.
Con regularidad me encuentro con clientes que cuentan con un espacio o están en la búsqueda de uno en el que desean iniciar formalizar un negocio o emprendimiento. En esos casos el diseñador tiene que trabajar con condiciones preexistentes tales como cielos o techos bajos, pobre iluminación natural, infraestructuras con desgaste, por mencionar algunos, lo cual implica un gran reto.
Dentro de las condiciones preexistentes, como diseñadores, debemos “mediar” por los espacios que va a utilizar el personal a la hora de optimizar el proyecto. El ejemplo más frecuente es cuando una antigua casa residencial es transformada en una o varias oficinas y se ubica a un gerente en una habitación con el doble del espacio que requiere para operar.
Al planificar un replanteamiento general de los espacios, optimizando el metraje, el individuo se siente afectado al reducir su espacio; por ello es necesario realizar un entendimiento previo entre las partes de la importancia para la compañía de estos cambios, tratando de dar alternativas para reducir el sentimiento de “afectación”.
Determinar e identificar todos los elementos que pueden afectar la planificación del espacio es responsabilidad de su Arquitecto o diseñador, por lo que es necesario realizar algunos pasos previos:
- Planificar con el cliente, o en su defecto con RRHH, una estrategia para plantear al personal los posibles escenarios de cambios en sus espacios o puestos de trabajo, previo a la presentación del anteproyecto.
- Cuantificar el personal y su participación dentro de la organización, al igual que confirmar las necesidades particularidades del puesto tales como confidencialidad, equipos o mobiliarios especializados (registradoras fiscales, archivadores, etc.) movilidad o frecuencia. Esto también determina la necesidad en materia de estacionamiento y almacenaje.
- Los espacios pueden optimizarse hasta el límite del metraje o condiciones de espacio que el lugar ofrece; es necesario presentar cuál es su máxima capacidad, para que al llegar a este límite el cliente esté preparado para mudar la operación o fraccionarla.
- Requerimientos y sistemas especiales o tecnología. Conocer las necesidades en temas de tecnología afecta las capacidades eléctricas y de acondicionamiento de aire. Igualmente es necesario ir incorporando los sistemas y normativas de seguridad humana dentro de estas edificaciones.
- Determinar niveles de seguridad, basado en la información manejada o el producto/servicio brindado.
Finalmente, el concepto de diseño que será planteado no deberá ser determinado por las tendencias o corrientes del momento. Es necesario explicar a los clientes que aquellos espacios de oficinas expuestos en las revistas o mediante la web se aplican a algunas ramas de negocios y debe ser estudiado tomando sus pros y contras antes de determinar que esa es la línea a seguir.
Mi consejo es entablar una franca y clara comunicación entre el cliente y el Arquitecto planteando las respuestas a los puntos que te he mencionado antes de trazar las líneas o conceptos de diseño. Esto garantiza un mejor desarrollo y planificación del proyecto.
