septiembre 5, 2020 Vanessa Kosmas

REFLEXIÓN SOBRE LAS ÁREAS SOCIALES EN LA ERA POST COVID-19

Los grandes cambios que hemos experimentado en el año 2020 han transformado en muchos aspectos del vivir de aquellos que habitamos la ciudad.

La solución de vivienda que mayormente aplica para los habitantes de una ciudad es vivir en propiedad horizontal (PH).  El modelo ha logrado suplir las necesidades de los diferentes sectores sociales desde aquellos que brindan soluciones habitacionales de interés social hasta los grandes rascacielos a orilla de la bahía.

Estos ofrecen áreas sociales y comunes las cuales se adaptan a cada necesidad. Hace diez (10) años la oferta sobre las áreas sociales era bastante similar; contar con un área de piscina, salones de eventos, áreas deportivas y/o gimnasio, zonas infantiles las cuales comenzaron a incrementar su metraje y el contenido como herramienta de mercadeo en los folletos promocionales. Las áreas comunes tales como los vestíbulos y jardines comenzaron a crecer tanto horizontalmente como verticalmente creando ambientes diseñados con espejos y fuentes de agua, vegetación, mobiliarios e iluminación, imitando a los hoteles.

Se convirtió en casi una competencia entre las promotoras: Quien ofrecía el mayor metraje de las áreas sociales y comunes, mientras que el metraje de los apartamentos comenzó a “apretarse”.

Al momento de la toma de decisiones, pesaba más cómo se sentía aquella entrada, había la expectativa de utilizar todas aquellas áreas sociales y poder impactar a tus visitas con los jardines al momento de el celebrar un cumpleaños.

El tamaño del apartamento era para pasar unas horas, pues el fin de semana era para estar en las áreas sociales nuestro edificio o en las de los amigos.

Luego, comenzó a estudiarse el mercado y se concluyó que debía realizarse una adaptación en el diseño interior de los apartamentos y áreas sociales, enfocarlo a la nueva generación de los millennials.

Había que realizar cocinas más eficientes, habitaciones más pequeñas, reducir comedores y de ser posibles reemplazarlos por escritorios para trabajar o jugar desde casa, reducir y hasta eliminar la lavandería interna, entre otros. Los vestíbulos tendrán que trabajar casi como el front desk de un hotel, brindar servicio de almacenaje, banda ancha en todas las áreas y habilitar salones para reuniones o business centers, área de mascotas y hasta cafetería.

Los costos de las áreas comunes y sociales son los mismos para 20 unidades como para 80 unidades departamentales, por ello es mejor incrementar el número de apartamentos para que el mantenimiento no sea tan elevado.

Pero esto también implica que cuando hay un daño, el mismo requiere de aportes adicionales; esto ha llevado a algunos edificios a cerrar espacios, modificar jardines para tener ahorros en la cuota de mantenimiento.

También es necesario comprender que todo mobiliario, recubrimiento, equipos y accesorios tienen una vida útil y requiere reemplazo sea que se utilice o no.

Apareció el COVID-19 y en consecuencia el circular por las áreas comunes y sociales ya no es una opción, por lo que había que refugiarse en el metraje de nuestro apartamento. 

Según una encuesta realizada por CAAS, previo a la pandemia, aproximadamente 40% de los usuarios de PH, utilizaba las áreas comunes con regularidad, por lo que el cierre de las áreas sociales se convierte en impacto significativo en la vida de los copropietarios.

A medida que han pasado estos meses en cuarentena, con nuevas medidas de sanidad, se ha demostrado la importancia de varios aspectos de nuestro hogar como son la necesidad de un área de ingreso para desinfección, lavandería, balcones, ventilación y distribución general de los espacios. Sin embargo, debemos seguir asumiendo los costos de mantenimiento por las áreas comunes y sociales que no utilizamos, pues las mismas son una obligación y de lo contrario las mismas se van a deteriorar generando costos adicionales.

La situación lleva a reflexionar tanto al consumidor como al diseñador sobre lo que realmente aspira para su hogar, llevando a los promotores a replantearse nuevas soluciones. Estas soluciones deben contar con metrajes y distribuciones mas eficientes. Implementar sistemas y equipamiento que contemplen ahorros energéticos y sustentabilidad.

La comunidad que actualmente vive en una propiedad horizontal debe plantearse el uso de las áreas de poco uso que podrían transformarse para otro uso, como terrazas verdes y conservación de agua y adaptar espacios que aprovechen los espacios libres.

Estas adecuaciones no solo deben suscribirse a su edificio sino al sector donde se ubica, pues esta situación de orden mundial nos ha enseñado a todos que para poder sobrepasar estos momentos debemos unirnos.

Te recomiendo asesórate con un profesional del diseño que te ayudará evaluar todos los aspectos que debes tomar en cuenta, ya que recuerda que tu hogar es una inversión a largo plazo.

El profesional te ayudará a potencializar los espacios y ambientes, lograrás encontrar soluciones más eficaces, en menor tiempo y podrás estimar los costos de mantenimiento de un PH basados en tu presupuesto.

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